¿Los botones? ¿Las medias? ¿Ese hermoso par de aros que acabás de
estrenar? Todo corre peligro en los momentos de mayor placer. ¿Te pasó alguna
vez?
El sitio De10.mx se encargó de hacer, con la ayuda de sus
lectores, un ranking de la ropa y accesorios que suelen romperse en los
encuentros sexuales. Aquí están, estos son:
1. Botones de camisas. ¡Son tantos! ¡Y tan chiquitos! Que es
común querer abrirlos todos de un golpe. Esta acción termina desprendiendo, si
no todos, la mayoría de los broches.
2. Corpiño. Estamos tan acostumbradas a ponerlo y sacarlo, que
hasta lo haríamos con dos dedos y en un solo movimiento. Pero, para algunos
hombres, es un momento de alta tensión. Y muchas veces el resultado es
catastrófico.
3. Cierres. ¿Qué hay de complicado en bajar un cierre? Si lo
pensamos en frío, absolutamente nada. Pero en ese momento puede quedarse
atorado, se puede romper la manijita o, en el más doloroso de los casos… ¡Puede
agarrar la piel!
4. Rompa interior. ¿Estás muy entusiasmada, en un lugar
prohibido y con tiempo limitado? Entonces lo mejor es no sacar la ropa
interior, sino hacerla a un lado. Vas a ahorrar bastante dinero.
5. Botones del pantalón. Siempre están ahí para complicarnos la
vida. Aparecen en los jeans, en prendas de vestir, en los trajes… Muchas veces,
para no perder tiempo, optamos por reventarlos.
6. Polleras. Siempre se dice que facilitan todo, pero en
realidad depende del modelo de la prenda. Si es muy ajustada, es probable que
al momento de subirla termine toda descosida.
7. Medias de nylon. Una vez que salió la pollera y todo parecía
solucionado… Ahí aparecen. Son innecesarias y estorbosas en los momentos de
pasión. Tanto, que con frecuencia terminan con agujeros.
8. Tacos. ¿La emoción te hace perder el equilibrio? Quizás te
convenga, al menos por un segundo, pensar en tus lindos zapatitos…
9. Anteojos. Son muy fáciles de perder y pueden terminar rotos,
ya sea porque hiciste el amor encima de ellos o porque no calculaste dónde
pusiste tus pies.
10. Aros y collares.
Suelen engancharse en la ropa o en el pelo de nuestro compañero. ¿La solución
es sacarlos despacito y con cuidado? ¡Ni locas! Primero, vayamos a lo nuestro…
Tomado de http://entremujeres.clarin.com/
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